Arranco el blog con una crítica cinematográfica, sin pretensiones y celebrando la sensación de haber tocado de lejos, la tan ansiada normalidad, con la que todos soñamos y que parece no llegar nunca.
Digamos que de Caza Fantasmas 2020, a Caza Fantasmas: Después de la Vida, y a Caza Fantasmas : Más Allá, en lo que a transposiciones se refiere, hay un trecho.
Dejando de lado los conflictos internos que se me plantean cada vez que se hacen traducciones malogradas, o poco conseguidas de los títulos y diálogos de las películas extranjeras, me gustaría escribir una breve reseña sobre este mediometraje, dirigido por Jason Reitman, que anteriormente estuvo al frente de otras producciones como Juno, Up In The Air, Tully o El Candidato. Es su padre, Ivan Reitman, quien delega y le pasa los equipos de protones, las trampas, las unidades contenedoras, los medidores PKE y el mítico Cadillac ambulancia, con los que BillMurray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson y Harold Ramis perseguían y con suerte atrapaban, a fantasmas, diablos, duendes, espíritus y dioses antiguos.
Este revival de los 80 y los 90, que evoca con nostalgia una época que los contemporáneos de aquellos días extrañamos con razón, resulta ser mucho más exitoso que el reboot que fue dirigido por Paul Feig en 2016. Caza Fantasmas : Más Allá , resulta ser una featurette divertida y que despierta los corazones, consiguiendo mezclar miedo, terror, aventura, comedia, amor, chistes, guiños al pasado, acción y revelaciones, en ocasiones predecibles, que se entremezclan con unos efectos especiales, bastante impresionantes, gracias al uso de animatronics tangibles y un digital admirable.
Se hacen tres homenajes. El primero y más evidente es a los cuatro Cazafantasmas originales, el segundo y más sutil a Hatari, 1962, una comedia americana con John Wayne a la cabeza y por último, siendo no menos importante, al perecido Harold Ramis.
Analizando por un momento los guiños que se hacen en la edición de 2021, a las dos primeras películas de 1984 y 1989, cabe decir que el fenómeno fan favorece que se estreche el lazo entre las antiguas y nuevas generaciones, y da nacimiento a una conversación, en la que mayores explican a pequeños y jóvenes lo que pasó en las anteriores entregas, propiciando de este modo que la tradición no se pierda y que se creen así vínculos transgeneracionales, al existir justificados y evidentes intereses comunes.
En cuanto al casting, destacar el papel desempeñado por Mckenna Grace, que muestra su gran valía representando el papel de la entrañable pequeña Spengler y que es clavada a su abuelo. Logan Kim resulta ser todo un descubrimiento, convirtiéndose en el amigo con el que todos siempre soñamos tener de niños. Es todo un acierto que hayan elegido a un curtido y profesional Fin Wolfhard, pues es una interesante baza a la hora de llamar la justificada atención de las nuevas generaciones. Haber añadido a Paul Rudd al reparto supone la guinda del pastel, pues siempre destila dulzura y credibilidad como personaje.
No obstante, la aparición de Carrie Con se manifiesta como uno de los puntos débiles, pues su personaje, representado a una mujer en la época actual, podría haber sido dotado de más recursos y utilidad. El otro punto débil que me gustaría resaltar, es que la llegada del ejército de enemigos de los caza fantasmas, que se espera con ansia a la llegada del desenlace, se queda en algo vago e impreciso.
Merece la pena ir a verla, pues el presupuesto de 75 millones, luce mucho más que los de otros proyectos de actualidad.
Personalmente el final me ha conquistado, pues la pequeña Spengler consigue disfrutar de algo con lo que yo siempre he soñado.
Se dice por ahí que a modo de precuela, es posible que se dé continuidad a este proyecto, bien a través del cine o de una serie, para explicar como se conocieron Venkman, Spengler, Egon y Ray.
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